Si hay algo que recibimos todos los días (y estamos muy agradecidos), son sugerencias de frases nuevas para salir a la calle causando malestar. Entendemos que todas las luchas y contextos son importantes, cada uno conoce el dolor de ser quien es, pero no podemos manejar todas las variaciones.
Tampoco hacemos pedidos personalizados. Nuestros pechos están serigrafiados y es necesario 'quemar' la pantalla con cada nuevo estampado, lo que encarecería mucho la camiseta.
Y no se trata sólo de gastar. El 70% de nuestras condenas son alianzas con movimientos, instituciones sociales o mujeres en activo. En estos casos, se invierte parte de la producción o ganancia para que puedan seguir luchando por los derechos, acogiendo a las mujeres y destruyendo el patriarcado. No es solo una camiseta.
Para crear una oración, necesitamos pensar en su construcción.
¿Con quién vamos a hablar? ¿Cuál es el tono del discurso? ¿Cómo comunicarse? ¿Será útil para quienes lo están usando o para quienes recibirán el mensaje del otro lado?
Entendemos que no todas las personas que están oprimidas se rebelan, la gran mayoría no, pero ¿cuántas veces desafiamos al mundo a diario?
Nos gusta esta provocación, la fuerza que tiene el pecho para subvertir, para instigar la resistencia y la rebelión.
La lucha feminista sólo comenzará cuando nos demos cuenta y aceptemos individualmente que sí es necesario luchar (y ni siquiera hemos empezado a organizarnos realmente para ello). Quiero decir, tal vez nos estamos organizando en silencio.
Bell Hooks pregunta '¿cómo vamos a unir fuerzas con los hombres blancos cuando ni siquiera hemos peleado la guerra todavía?' ¡Vamos a prenderle fuego al patio de recreo!
Es importante que las personas actúen como agentes transformadores.
Ah, también tenemos que estar seguros del tiempo y la forma de preguntar:
¿Cómo pesas el mundo? ¿Cómo le das el pecho al mundo hoy?
¿Has cruzado el mundo hoy?