La era digital ha permitido una mayor autonomía y visibilidad para las personas con discapacidad, pero vale la pena recordar que la interpretación de textos es oro. Cualquier coma puede cambiar el curso de la conversación y un simple consejo puede convertirse en el detonante de un gran circo de horrores virtuales, que muchas veces llega al mundo real.
Cualquiera que me siga en las redes sociales sabe que la mayor parte de lo que comparto es sobre mi trabajo. Rara vez traigo mi vida personal, solo expongo cosas de mi rutina que creo que de alguna manera pueden influir positivamente en otras personas. La rutina de una persona con discapacidad, básicamente, es LA RUTINA de una PERSONA que tiene una DISCAPACIDAD. Es decir, si borras la última parte de la oración, es fácil ver que la rutina es como la de cualquier otra persona: despertar, ir al baño, cepillarse los dientes, cambiarse, trabajar, resolver problemas laborales, comer, divertirse, amar, disfrutar de las amistades y la familia, encontrar la manera de expresar opiniones y estilo, lo que cambia es la forma de hacerlo.
En este sentido, las personas con discapacidad suelen necesitar ayuda para seguir determinados caminos, reinventándose a diario para probar nuevas formas de autonomía, ya sea a través del trabajo, el arte o las aficiones. Precisamente por eso, tienen una percepción diferente del mundo.
Pero en el mundo digital, muchas personas con discapacidad han encontrado una forma independiente de expresarse y conectarse con el mundo. En este espacio pueden demostrar que su rutina está llena de barreras, pero que ganan y, cuando no ganan, en internet pueden rebelarse, militarizarse, reclamar y luchar por sus derechos. Todo esto porque en este mundo virtual no necesitamos piernas, brazos, ojos ni oídos, solo necesitamos una cuenta de correo electrónico para ser iguales.
Sin embargo, no es sólo alegría. La incapacidad para interpretar los textos y la alienación que genera este ciberespacio abre el camino a la insensibilidad, a las personas que sólo entienden lo que les conviene, difunden y tergiversan las palabras, no entienden los contextos, no buscan fuentes, mitifican a los seres normales, los transforman en grandes héroes y comparten todo como si su vida dependiera de ello.
De todos modos, cuando uso las redes sociales para dar a conocer mi trabajo, es para inspirar a la gente con las actitudes que tomo y no para sensibilizarlos por la discapacidad que tengo. No me siento guerrera por estar en silla de ruedas, me siento guerrera por ser brasileña, ser empresaria, ser artista y saber que enfrento mis dragones de la mejor manera posible, pasando por días de dolor. y días de amor, como cualquier otro ser humano del planeta.
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Amanda Lyra es cantante, compositora, productora y presentadora, usuaria de silla de ruedas y creadora del Proyecto Solyra . Síguela en FACEBOOK e INSTAGRAM .
Paloma Santos es ilustradora, usuaria de silla de ruedas y feminista. “En mi trabajo como ilustradora trato de representar la diversidad femenina”. Síguela en INSTAGRAM y dale me gusta en FACEBOOK .
1 comentario
Me representou bonito… Grata!