Mucho se cuestiona y discute sobre términos, nomenclaturas y siglas para referirse a alguien que tiene una discapacidad. Es bueno recordar que nunca habrá una sola expresión correcta definitivamente válida en todos los tiempos y espacios. En cada momento se utilizan palabras cuyos significados son compatibles con los valores vigentes en el período, pues la evolución es constante y cada día estamos más dispuestos a transformar el mundo en un lugar mejor y más inclusivo. Así que no se preocupe si no usó el término correcto antes, estamos aquí precisamente para arrojar luz sobre este tema y explicar por qué hoy estamos hablando de PERSONA CON DISCAPACIDAD.
Hasta el siglo XX, el término utilizado era “inválido”, porque para la sociedad de la época, una persona con discapacidad era exactamente eso: “alguien sin valor” para la sociedad, para los círculos profesionales e incluso para la familia. Entre los años 60 y 90, se cambiaron e introdujeron en los vocabularios algunos términos, como “incapaz”, “incapaz”, “personas con necesidades especiales”, “excepcional”, “especial” y el más conocido: “discapacitado”.
Pero si nos detenemos a analizar la palabra “discapacitado”, entendemos que es algo pequeño, viciado, insuficiente… y nosotros, que tenemos una discapacidad, no lo somos.
Deficiente es el Estado que no nos proporciona calles accesibles para ejercer nuestro derecho legal de ir y venir, deficiente es la estructura social que margina y excluye en virtud de viejos prejuicios, deficiente es la cultura del capacitismo que quiere negar el potencial de una persona en base a alguna limitación física, motora o intelectual que pueda presentar.
Y cuando hablamos de “personas con necesidades especiales”, es fundamental recordar que las necesidades de una persona con discapacidad están directamente ligadas a las necesidades básicas y comunes de todos y cada uno de los individuos , lo que cambia es la forma de adaptar las cosas a satisfacer esa necesidad. . Ya que “portador” es alguien que lleva algo consigo, lo cual es correcto cuando se trata de una enfermedad que provoca algún tipo de virus, bacteria o mutación genética. Por ejemplo yo tengo atrofia muscular espinal, soy portador de una mutación genética que se presenta en forma de degeneración motora, mi madre también tiene la enfermedad pero no presenta ninguno de los síntomas, solo lleva su información genética.
Es mejor usar el término oficial y correcto que fue definido por la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad es PcD, que significa Persona con Discapacidad, ya que aclara que existe algún tipo de discapacidad sin menospreciar a quienes la tienen. .
La Ley Federal nº 13.146/2015 , que se considera un verdadero hito de la inclusión en Brasil, se denomina “Estatuto de la Persona con Discapacidad”, consagrando así esta terminología como la forma correcta. Persona con discapacidad (PPD) o Persona con Necesidades Especiales (PNE) son términos erróneos y deben evitarse, ya que no transmiten la realidad como deberían.
El lenguaje escrito o hablado expresa, voluntaria o involuntariamente, respeto o discriminación. Por eso,
recordemos siempre que la “persona con discapacidad” antes de tener una discapacidad es ante todo y simplemente una PERSONA, con derechos, deberes y capacidad de explorar sus propios talentos y que puede ser quien quiera.
Si todos se familiarizan con el término correcto, se avanzará y haremos un mundo cada día más inclusivo.
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Amanda Lyra - Cantante, compositora, productora y presentadora, usuaria de silla de ruedas y creadora del Proyecto Solyra . Síguela en FACEBOOK e INSTAGRAM .
Paloma Santos es ilustradora, usuaria de silla de ruedas y feminista. “En mi trabajo como ilustradora trato de representar la diversidad femenina”. Síguela en INSTAGRAM y dale me gusta en FACEBOOK .